Uno de los problemas a los que se tuvo que enfrentar el equipo de mecánicos es la inexistencia de suministros de correas por parte del fabricante. No obstante, como en casi todas las máquinas industriales, la mayoría de componentes se utilizan en diferentes máquinas y es posible encontrar una correa similar con una referencia distinta, incluso idéntica a la que el fabricante de la bomba suministraba en su día, y que por motivos desconocidos ahora ya no suministran. Las bombas peristálticas funcionan perfectamente, y las horas de trabajo que tienen nos permiten disponer de ellas por mucho tiempo más, así que el equipo de mecánicos se dispuso a encontrar una correa dentro del mercado que tuviese las mismas características, y una vez que dieron con ella llevaron a cabo la sustitución.
En las dos fotos siguientes podéis ver un ejemplo de equipos utilizados en distintas máquinas. En la izquierda podéis ver la bomba de giro automático/manual del brazo articulado 751 y a la derecha la misma bomba en una máquina de carga de contenedores. Es decir, los fabricantes adaptan sus máquinas a los materiales existentes y sólo cuando no les queda más remedio, fabrican elementos específicos para sus productos. Esto lo saben perfectamente los mecánicos, así que que nadie se sorprenda de que muchas piezas necesiten de una verdadera investigación para encontrar repuestos adecuados, pues si uno se rinde a la primera de cambio acaba comprando una máquina nueva porque “ya no encuentra piezas” (las cuales con mucha probabilidad se utilizan con otra referencia para otra máquina). Esto nos hace pensar en la famosa “obsolescencia programada” mediante la cual los fabricantes emplean el ingenio; quizá la mayoría del tiempo que dedican al diseño, a crear máquinas de duración determinada según los acuerdos a los que llegue el gremio en concreto. De forma que si uno va a comprar una lavadora el vendedor le dice abiertamente “esta ya no le durará 15 años como la anterior, esta como mucho le va a durar 7 años”. Así, a la obsolescencia programada hay que sumarle la “obsolescencia de repuestos”. En ocasiones es cierto que no existen suministros, pero algunos fabricantes, pasado un tiempo que ellos consideren prudencial, te dicen que ya no disponen de piezas, favoreciendo las ventas de productos nuevos y la eliminación de su stock.